Abstract
Este estudio pretende analizar la cuestión del conocimiento como el punto de partida del desarrollo filosófico cirenaico y no como un medio empleado para justificar el hedonismo de la escuela, separándolo de aproximaciones tradicionales a dicha problemática. Los filósofos cirenaicos asumen la percepción como la fuente del conocimiento humano, particularmente en lo que respecta a la afección. Conciben el páthos dentro de unos parámetros fisicalistas que vienen marcados por el movimiento que recae sobre el cuerpo-carne del sujeto perceptor. Estas afecciones son lo único que, según los cirenaicos, se muestra con evidencia al sujeto humano. Las características que estos pensadores adscriben a la noción de páthos les obligan como sujetos de acción y posible conocimiento a prestar, prácticamente, exclusiva atención al presentismo de la percepción, adquiriendo, así, la afección cierta categoría de criterio.