Abstract
En las actuales sociedades avanzadas cada ciudadano genera a diario una ingente cantidad de datos sobre su persona. La masiva utilización de esta información por las tecnologías Big Data suscita profundos y justificados recelos en muchas personas. Sobre todo por la incidencia que podría tener en derechos humanos como la privacidad, la libertad, la igualdad y la justicia social y porque el formidable poder que representa BD es controlado por un número cada vez más anónimo y reducido de personas. La utilización de herramientas tecnológicas en todos los niveles del aprendizaje podría reportar grandes ventajas, a pesar de los recelos que suscita en algunas personas. En sí mismos, los conoci-mientos no tienen connotaciones éticas, sino que su moralidad radica en el uso que de ellos se haga. Los ángeles y los demonios no están en la técnica, sino en el corazón de quienes se sirven de ella. Será muy difícil enfrentarse a problemas como los arriba mencionados, si los principios morales de que partimos en nuestros debates no son distintos de los habituale