Abstract
Actualmente el humano vive en un mundo de prisas, de placer efímero y de consumismo sin sentido, donde los valores parece que han pasado al segundo plano, esta forma de vida ha generado psicopatologías como la ansiedad y la depresión, porque existe un vacío existencial. Se necesita que la sociedad de sentido a la vida para alcanzar la felicidad y protegernos de la ansiedad y la depresión. Por ello, vamos a observar las diferencias en torno al sentido de la vida en función de distintas variables: sexo, edad, nivel de estudios, lugar de residencia, clase social, la religión y su práctica, la experiencia vicaria de la muerte, la vivencia propia cercana a la muerte; en una muestra de pacientes con ansiedad y depresión. Operativamente, se trata de medir el constructo “sentido de la vida” y estimar su influencia en los trastornos de ansiedad y depresión, a través del inventario PIL, realizando una investigación de corte cuantitativo. Los resultados muestran que varias son las variables predictoras del sentido de la vida y protectoras de psicopatologías. Por lo que el bienestar personal, la satisfacción con la vida, la vida cargada de sentido nos protege de la ansiedad y la depresión.