Abstract
Este artículo sostiene que Iris Murdoch se opone al no-cognitivismo porque este no tiene en cuenta los fenómenos morales dinámicos que son clave en cualquier exploración filosófica de la vida moral adecuada, es decir, la experiencia subjetiva de la moralidad, la diferencia y el cambio. El argumento de Murdoch pone en cuestión la dicotomía hecho/valor y cognitivo/emotivo, y propone un modelo de la mente complejo, sensible al tiempo y dinámico que se centra en el cambioy la transición. En este modelo dinámico, la objetividad ética es un logro personal.