Abstract
El punto de partida del calculus universalis leibniziano es la teoría aristotélica del silogismo, pero Leibniz se independiza de las ideas de Aristóteles para desarrollar su propio sistema lógico, mucho más general, aplicando el instrumento combinatorio a la silogística. Lo que propone es una importante modificación del modelo demostrativo axiomático, mediante la creación de cálculos lógico-simbólicos que no se limitan a los ámbitos tradicionales de la deducción, sino que admiten procedimientos discursivos más complejos que los de la lógica clásica, ampliando con ello la noción de racionalidad