Abstract
A partir del desafío misional que se le plantea a la teología actual, de realizar afirmaciones universales salvíficas a partir de un hecho revelador concreto, la figura de Jesucristo, la cristología emerge como un campo paradigmático para reflexionar a fondo el reto recién señalado. En Cristo, "universal concreto", se revela la verdad de la humanidad, el cosmos y la historia, como señala el Concilio Vaticano II, en donde la idea de verdad debe ser pensada más allá de las formas clásicas de la "adecuación" y de los estrechos márgenes de la lógica y ciencia moderna: esta idea debe ser interpretada ante todo, apoyándose en Heidegger, como acontecimiento, donde se revela el sentido de la creación. Para poder expresar estas convicciones, la teología puede servirse del ejemplo de cómo algunos representantes fundamentales de la filosofía moderna, han pensado la aparición de lo histórico en relación a la pregunta por el destino y sentido de lo universal.