Abstract
Resumen: El presente ar:tículo quiere criticar el tradicional enfoque histórico-biográfico en la exégesis de la obra de Francesco Petrarca, para proponer, en cambio, la aplicación de unas herramientas de análisis propiamente poéticas, enfatizando así la exigencia de una lectura que atienda más a este tipo de función, en lugar de la referencial, causa de muchos malentendidos y de una importante pérdida de significado que afecta todo el mensaje petrarquesco. Para ello, el artículo se centrará en los nombres propios, elemento constitutivo muy frecuente en las obras del poeta de Arezzo y nudos de un entramado semántico que es connotativo, más que denotativo. Un planteamiento, esto es, que discrepa de la gran mayoría de las interpretaciones, siempre orientadas hacia la consideración de ellos como meros referentes de identidades históricas. Entre estos nombres toma especial valor, como es debido, el propio nombre del poeta, que lejos de ser la simple identificación referencial entre escritor, autor, narrador y protagonista, resulta ser más bien la semilla de una construcción mitopoética vasta y articulada, vehículo preciso de una parte importante del mensaje poético que el autor legó a la posteridad y que atiene a la virtud y a la mejora ética y moral. Abstract: This article aims to criticize the traditional historical-biographical approach in the exegesis of the work of Francesco Petrarca, to propose, instead, the application of some properly poetic analysis tools, thus emphasizing the need for a reading that pays more attention to this type of function, rather than to the referential one, cause of many misunderstandings and an important loss of meaning that affects the entire Petrarchan message. To do this, the article will focus on proper names, a very common constituent element in the works of the poet of Arezzo, and knots of a semantic structure that is connotative, rather than denotative. An approach, that is, that disagrees with most interpretations, always oriented towards the consideration of them as mere referents of historical identities. Among these names, the poet's own name takes a special value, as it should, which far from being the simple referential identification between writer, author, narrator, and protagonist, turns out to be rather the seed of a vast and articulated mythopoetic construction, precise vehicle of an important part of the poetic message that the author bequeaths to posterity and that holds to virtue and ethical and moral improvement.