Abstract
El presente artículo razona sobre la construcción de la subjetividad de Emma Bovary, situando en el discurso amoroso enunciado por ella los fundamentos de su individualidad, que son profundamente modernos. En paralelo, se efectúa asimismo una lectura social de la insatisfacción permanente que caracteriza al personaje, analizando los aspectos de su sensibilidad que coinciden con la lógica de acumulación perpetua instaurada, también en el plano de la subjetividad, por el sistema de producción capitalista. El objetivo principal es contextualizar sociohistóricamente las problemáticas planteadas en la obra de Flaubert y estimular la reflexión sobre el papel ambivalente de su protagonista.