Abstract
Se trata de mostrar que los intentos por acceder a la experiencia psiquiátrica y determinarla a partir de posiciones naturalistas y psicologistas, que son las dominantes, conllevan inestabilidad y que esta caracteriza precisamente el campo de la psiquiatría históricamente. Asumiendo las implicaciones filosóficas que supone el abordaje de ese campo empírico abierto, se postula que sólo la psicopatología, en su ejercicio como procedimiento a la vez lógico e intelectivo, permite relacionar los distintos planos de realidad en que se desenvuelve y tratar de cerrar su campo para dotar a la psiquiatría de la necesaria estabilidad requerida de cara a su praxis clínica.