Abstract
El trabajo propone una reflexión en torno al hecho histórico como determinante de la vida presente y, por lo tanto, del destino de los hombres, los pueblos y civilizaciones. A la luz de lo planteado por Nietzsche en la Segunda consideración intempestiva, la historia puede ser narrada de forma monumental, anticuaria o crítica. Estas formas constituyen modos de vivir el presente y el destino propio. Se busca entender cada una de estas posibles actitudes frente al pasado, a la vez que se indaga el sentido de dicha interpretación para el hombre de hoy, inmerso en su singular experiencia de la temporalidad.