Arbor 180 (709):153-181 (
2005)
Copy
BIBTEX
Abstract
El cambio de siglo ha supuesto, por un lado, la desaparición de algunas amenazas tradicionales para los Estados, centradas en las concepciones ideológicas, en la política de bloques y en la primacía de los intereses nacionales sobre los de las coaliciones y, por otro, la irrupción de otras que se han aprovechado, para emerger y consolidarse como tales riesgos, del aumento de la inestabilidad a escala mundial, de la utilización creciente de la violencia con fines políticos y de los avances tecnológicos, sobre todo en el campo de las telecomunicaciones y de la informática. Resulta indiscutible -y para nosotros como españoles, dolorosamente indiscutible- que la mayor de las amenazas es la representada por el terrorismo internacional.