Abstract
Lausana no fue seguramente “el epicentro geográfico del universo histórico de Gibbon”, como los editores reconocen con franqueza en la Introducción a esta última entrada de la bibliografía gibboniana, pero _Edward Gibbon et Lausanne_ tiene todo el derecho a ocupar un lugar eminente en el panorama de los lectores de _La historia de la declinación y caída del Imperio romano_. Se trata de un libro materialmente sólido, de muy hermosa factura, que tienta por igual al anticuario y al filósofo, que conserva la preferencia por la transmisión escrita, combinada sabiamente con la cultura visual, y cuyos autores no ocultan su admiración por el asunto que tienen entre manos —_Le Pays de Vaud à la rencontre des Lumières européennes _es una variación significativa del encuentro de la ciudad con la filosofía, de las _mores _con la reflexión— al ejercer la crítica ni al ponderar sus conocimientos en campos de investigación muy distintos.