Abstract
En el nº 11 de Pensando. Revista de Filosofía se publicó un dossier dedicado a Alasdair MacIntyre. Con la intención de continuar con la discusión planteada por algunos de los trabajos allí presentados se propone analizar en clave política el pensamiento de MacIntyre para quien las sociedades contemporáneas carentes de acuerdos morales viven en permanente conflicto. Según su parecer, las personas, absorbidas por el individualismo liberal, han prescindido de cualquier vínculo que pueda considerarse comunitario mientras que el Estado no conforma una comunidad moral sino un conjunto de instituciones hipertrofiadas que poseen sus propios valores y que se encuentran entrelazadas a los mercados nacionales e internacionales. La propuesta de MacIntyre consiste en la recuperación de una ética de la virtud que permita la búsqueda y el logro de los bienes que se narran al interior de una comunidad política de acuerdos morales a través de una “ética de la conversación”. La antropología filosófica moderna y liberal al concebir al hombre sin tener en cuenta su naturaleza física y biológica favorece el surgimiento de desacuerdos morales debido a que las relaciones sociales son desnaturalizadas. Al no respetarse los preceptos de la ley natural surgen desacuerdos que tratan de ser solucionados a través de formulaciones legales y administrativas. MacIntyre apela al derecho natural con la finalidad de poder explicar cuáles son las razones para la acción, en qué consiste la legítima autoridad política, cómo afrontar los dilemas morales y cómo las personas corrientes se constituyen en razonadores prácticos y políticos. Los preceptos de la ley natural se presentan entonces como indispensables para cualquier tipo de orden social, para la obtención de los bienes individuales y colectivos y para la resolución de las disputas morales.