Abstract
Educar es alumbrar, es ayudar al crecimiento de lo más humano del ser humano; educar es confiar, la confianza no es permisiva, implica acoger a la persona en su integridad; educar es pedir, los papás lo saben bien, ellos, así como de otra manera los maestros, igualmente reciben otro don, que les ayuda a madurar como padres y maestros; educar es sembrar, lo esencial del crecimiento es cualitativo, mientras que el enriquecimiento en la dimensión del poseer se da tan solo por acumulación; educar es alentar, el definitivo logro dependerá de los hábitos virtuosos con los que cada persona provea las alforjas para recorrer su itinerario biográfico.