Abstract
Desde su concepción misma, la imagen fotográfica estuvo destinada a mantener una estrecha relación con las formas artísticas en boga a mediados del siglo XIX, pues inicialmente la fotografía no buscaba satisfacer nada distinto de lo que a los ojos de muchos críticos y artistas era el objetivo último de las artes: la representación fiel de la naturaleza. Desde entonces, y a pesar de las diversas evoluciones de lado y lado, fotografía y arte han mantenido una estrecha relación, muchas veces de rivalidad, otras de cooperación y unas pocas de reconocimiento y respeto. Este artículo busca, en esencia, presentar algunos de los rasgos más sobresalientes de esta historia de discusiones, actos y reacciones, que es tan antigua como la fotografia misma.