Abstract
Antonio Negri, filósofo y militante italiano, es una figura central del pensamiento político contemporáneo, conocido por su relectura de Marx y Spinoza. En su obra, Negri destaca cómo Spinoza rompe con el paradigma político liberal del siglo XVII al proponer un orden democrático radical. El concepto de "inmanencia productiva", que Negri toma de Spinoza, sostiene que el poder no debe transferirse a una figura soberana, sino que debe surgir directamente de la multitud. Negri establece una distinción clave entre el "poder constituyente" y el "poder constituido". Mientras que el poder constituido se formaliza en las instituciones del Estado y busca estabilizar el orden, el poder constituyente es una fuerza creativa y expansiva que se manifiesta a través de la cooperación de la multitud. Esta potencia colectiva no puede ser contenida por las instituciones y actúa como motor de la revolución, creando nuevas formas de vida y organización política. El deseo, para Negri, no es una pasión privada, sino una energía colectiva que impulsa a la multitud a resistir el poder constituido y a crear nuevas realidades. Esta capacidad define la "democracia absoluta", donde el poder se ejerce sin mediación institucional. Negri propone una "desutopía constitutiva", en la que la política no persigue un fin utópico, sino que se basa en la creación continua de nuevas formas de vida, desbordando las estructuras del poder moderno y generando una democracia radical e inmanente.