Abstract
El objetivo de este artículo es poner de relieve que fue Roma la responsable de denominar Hispania al espacio geográfico que cuenta con los Pirineos y las costas mediterránea, atlántica y cantábrica como fronteras naturales. También de dotar a la palabra de una identidad propia. Este es el mismo término que a lo largo del tiempo evolucionó en tantos y tantos contextos históricos, administrativos, políticos y culturales y que terminó denominando a la España actual. El término fue asimilado por sus habitantes ya desde cronología republicana, independientemente de si eran nacidos en Corduba, en Emerita Augusta, en Lucus Augusti, en Tarraco, o cualquier otra pequeña localidad de sus respectivas provincias. Esta asimilación no fue idéntica en todas las escalas sociales, y evolucionó a lo largo del tiempo. Finalmente, se entra en detalle en la utilización de la fórmula natione Hispanus/a presente en la epigrafía romana.