Abstract
Los avances científicos han hecho posible que las mujeres puedan gestar criaturas para terceras personas. Esta práctica ha sido objeto de numerosas consideraciones éticas y bioéticas con el fin de esclarecer su legitimidad. Por ello, y dada su plena actualidad política, consideramos necesario revisar la consistencia teórica de las argumentaciones favorables a esta práctica. Con ello, deseamos esclarecer si gozan del sustento ético necesario y suficiente para que pueda reclamarse su legalización y aceptación social o si, por el contrario, la utilización de los argumentos que se convocan en su defensa, relativos a las nociones de derecho, libertad o diversidad, no son oportunos para concluir dicha legitimidad.