Abstract
El artículo parte del análisis camusiano del problema del mal, en diálogo con las respuestas dadas por el Gnosticismo griego y el cristianismo. En este contexto, se habla del fracaso de las teodiceas, ejemplificaciones de lo que Camus considera la «rebeldía metafísica». A continuación, se reflexiona sobre dos categorías existenciales, que constituyen contraargumentos ante la condena de la naturaleza humana por parte de las versiones más ortodoxas del cristianismo y las filosofías racionalistas. Camus construye una antropodicea cuyo eje está en una rebeldía humanista y transformadora, limitada en su praxis y aspiraciones por valores morales que ella misma genera y que confieren un sentido relativo a la existencia. El artículo finaliza con una reflexión en torno a la educación como poderoso instrumento de transformación social.