Abstract
Los conceptos de voluntariedad y decisión trabajados en la Ética Nicomaquea de Aristóteles permiten pensar bajo qué condiciones se atribuye la responsabilidad de una acción a una persona. Como primera condición para ello tal acción no se puede efectuar de una manera involuntaria (akô), donde se actúe por ignorancia o coacción. De esta forma se hace evidente que la responsabilidad recae sólo en un caso voluntario (hekôn), donde éste implica un decisión entre dos o más opciones. Así, en el presente texto se avalúa en qué consiste el concepto de decisión, siendo éste una deliberación que lleva a una determinación o juicio (Krisis), en donde solamente se delibera lo que se esté en poder de realizar. Por ello la decisión, que se da bajo una consideración voluntaria, fundamenta la acción y de esta manera ésta última se convierte en responsabilidad de la persona que decide.