Abstract
El trabajo analiza la perspectiva que promueve la despenalización de la conducta de ofrecer sobornos –cohecho activo- como un modo de disuadir la aceptación de sobornos por parte de funcionarios públicos –cohecho pasivo-. En líneas generales, esta propuesta se apoya en el argumento de que, si el cohecho activo no constituyera un delito, ante el temor a ser denunciados por los sobornadores, desde el principio, los funcionarios se abstendrían de solicitar o aceptar el pago de sobornos. Luego de examinar diferentes estudios teóricos y empíricos sobre el problema, se argumenta que, si bien en algunos casos la despenalización del cohecho activo resulta conveniente, en otros, hay razones para suponer que sería una medida contraproducente, pues daría lugar a un incremento tanto del ofrecimiento como de la aceptación de sobornos.