Abstract

Este artículo aborda la prominencia de las actitudes colonialistas en tradiciones anti-coloniales, observando la capacidad del racismo sexista para adaptarse en la filosofía política Mexicano-Estadounidense. Señalo un paralelo entre el uso de universales culturales en el pensamiento hermenéutico y la continuación de mecanismos interpretativos colonialies en los debates centrales de la filosofía política Mexicano-Estadounidense. Basándome en pensamiento comparativo indígena de resistencia anticolonial, advierto contra tales tendencias excluyentes y mimetismas en un momento tan crítico de la formación de campo, mientras resaltando la existencia de una larga tradición teórica producida por mujeres Mexicanas-Estadounidenses.