Abstract
En este artículo defiendo la idea de que existen diferencias relevantes entre la mentira común y la mentira política. Mi propósito es mostrar que las dificultades con la mentira política no tienen que ver solamente con cuestiones metafísicas o conceptuales acerca de la delimitación del ámbito de la política o del concepto de lo político, ni con la solidez de las excusas y justificaciones que se ofrecen en favor de los políticos mentirosos. Sostengo que la mentira política es una forma especial de mentira debido, primero, a la peculiaridad del uso del lenguaje en política y, segundo, a la función de las mentiras políticas, a saber, socavar diversas clases de condiciones epistémicas necesarias para la discusión imparcial de los desacuerdos sociales. En este trabajo dejo sin responder la pregunta de cuál sea la mejor forma de articular aquellas condiciones epistémicas en la discusión política democrática.