Abstract
El ejercicio de la jurisdicción universal permite a los estados cubrir la falta de competencia de la Corte Penal Internacional para la persecución de los crímenes que se están cometiendo en el contexto de la guerra en Ucrania y, en general, en cualquier lugar del mundo. Pero dos años después de la invasión de Rusia en el este del país y diez desde la ocupación del sur, las iniciativas en este sentido han partido desde estados europeos, entre la escasa implicación de América Latina. No pocos sistemas penales americanos contemplan en su legislación nacional la posibilidad de aplicar la jurisdicción universal y hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha defendido recientemente este principio. La persecución de los crímenes internacionales interesa a toda la comunidad internacional, pero América Latina no se ha movilizado ante la extraordinaria gravedad de los sucesos en Ucrania.