Abstract
El objetivo de este trabajo es estudiar el lugar que ocupa San Agustín en el desarrollo de la fenomenología del sí mismo que se halla incoada en la descripción de la vida fáctica que hace Heidegger en Grundprobleme der Phänomenologie. Para ello, en primer lugar, caracteriza la fenomenología de la vida como aquella que requiere del mundo para manifestarse y, por ello, como aquello que ha de ser comprendido como vida fáctica. En segundo lugar, el artículo dilucida los rasgos de una fenomenología del sí mismo como descripción de ese mundo propio [Selbstwelt] que está imbricado en el mundo circundante [Umwelt] y en el mundo compartido [Mitwelt]. Y, por último, expone el lugar de las Confesiones de San Agustín en esa fenomenología del sí mismo a partir de lo que entraña la quaestio mihi factus sum.