Abstract
Mediante la discusión de un artículo del musicólogo Carlos Villanueva, tomado como paradigma de un determinado tipo de discurso, problematizamos la noción de interpretación histórica para confrontar al historicismo sonoro no una lúcida crítica presentista sino un enfoque actualista capaz de contraponerse con solidez filosófica y artística a las prácticas museísticas del historicismo musicológico típicamente basado en una pretensión de objetivismo sonoro supuestamente respaldada por las disciplinas historiográficas. Esta expansión hermenéuticamente actualista, tanto de la noción de autenticidad como de fidelidad a la intención del compositor, fundamentaría prácticas interpretativas que acercasen mejor el repertorio histórico al oyente actual sin el lastre del canon estético típicamente imperante en las salas de concierto. Porque, ¿y si mediante un enfoque actualizador novedoso la labor interpretativa del repertorio histórico musical lograse comunicar mejor a la idiosincrasia social actual las grandes obras del pasado sin renunciar a un rigor de adecuación estilística ni traicionar, o incluso preservando mejor aún, la intención del compositor?