Tábano 25:e6 (
2024)
Copy
BIBTEX
Abstract
Para Deleuze y Guattari, el arte es una bomba, y el artista es un revolucionario que crea dispositivos incendiarios que explotan más allá de nuestras expectativas, nuestras regulaciones y nuestras normas representativas. Pero, ¿qué es esta explosión del arte? Es la fuerza bruta de la sensación, una sensación que va más allá de los límites de nuestra capacidad para representarla, algo que siempre es nuevo e indeterminado por nuestras condiciones físicas, conscientes o históricas. Esta sensación abrumadora surge de la fascinación de Deleuze con lo sublime de Kant, que en una forma significativamente alterada aparece en Diferencia y Repetición como la clave de la estética propia de Deleuze, la cual se fundamenta en la discordia de las facultades. La lectura revisionista de Deleuze sobre lo sublime abre el sistema de Kant a nuevas posibilidades, algunas de las cuales ni siquiera el propio Kant conocía. Lo sublime sigue siendo el principio de la estética de Deleuze en su obra posterior, en particular en los libros sobre Cine y en Lógica de la sensación, Francis Bacon.