Abstract
El presente artículo explora la idea de que en el libro del Éxodo se presenta a un Dios que crea un espacio para el encuentro entre la divinidad y su pueblo. Este espacio es un lugar privilegiado al que se accede por la fe en que en la opresión, la angustia y la desesperanza se puede recurrir a un Dios que se muestra sensible a las necesidades de los pobres y oprimidos. Se recorren textos clave como el nacimiento de Moisés, las llamadas “plagas” de Egipto, la revelación del significado del nombre de Dios, y otros. En todos ellos se observa la inclinación del Dios del Israel por quienes sufren opresión y su voluntad liberadora. La aproximación privilegia la lectura literaria y simbólica, buscando describir la dinámica de los personajes y sus funciones en el relato. Al final se esboza la teología bíblica que surge de estas páginas.