Abstract
Cuando Searle propuso el experimento mental de La Pieza China hubo gran cantidad de objeciones. Aparentemente, muchas fueron contestadas convincentemente por él. Sin embargo, Dennett y Hofstadter plantearon una interesante crítica en 1981, una que no solo era aplicable a este experimento mental, sino a muchos otros posteriores en filosofía de la mente. En particular, apuntaron a la dudosa confiabilidad de los escenarios que favorecen intuiciones sobre la propia mente de un experimentador. Así, propusieron una nueva categoría: las “bombas de intuiciones”. Curiosamente, Dennett también ha elaborado algunas bombas de intuiciones, y ello ha ocurrido pese a que no hay total claridad de cuándo es correcta la aplicación del término. En este trabajo argumento que la dificultad para caracterizar tanto dichas bombas como su utilidad no solo se explica por la naturaleza problemática de la mente, sino además por el dogmatismo que implican tanto el enfoque materialista como el dualista.