Abstract
El exilio es una experiencia aniquiladora del yo y de los referentes afectivos y espaciales, que representa para diversos autores una oportunidad de renacimiento en otro suelo. El presente artículo explora, a través de recortes en las obras de Hannah Arendt y María Zambrano, la vinculación del exilio con la experiencia metafísica en la vida y la producción escrita de estas dos mujeres que asumieron el desafío de reinventarse y de encontrar, en la travesía por el desierto de la soledad, la oportunidad de vencer el silenciamiento impuesto a las mujeres y a los refugiados, parias de nuestro tiempo.