Abstract
Frente a problemas de decisión colectiva de cierta complejidad, distintos métodos de votación pueden considerarse igualmente democráticos. Ante esta situación, argumento que es posible investigar cuáles de esos métodos producen mejores resultados epistémicos sobre asuntos fácticos. Comienzo ilustrando la relación entre democracia y métodos de votación con un sencillo ejemplo. Muestro cómo el uso de modelos idealizados permite descubrir algunas propiedades de los métodos de votación; varios de estos descubrimientos muestran que, frente a problemas de cierta complejidad, no hay una respuesta clara acerca de cuál es el resultado de una elección democrática. Frente a esto, sugiero que deberíamos tomar en cuenta un rasgo epistémico instrumental de varios métodos de votación: su capacidad para generar respuestas correctas ante varias situaciones. Esta intuición ofrece lecciones importantes para el diseño de instituciones electorales.