Abstract
Propongo la expresión “forma-centauro” para caracterizar la escritura orteguiana porque en ella predominó el ensayo, pero este tuvo desde el principio la pretensión de pensar filosófica, es decir, sistemáticamente. Por tanto este escrito se ocupa de reflexionar sobre la polémica del ensayo filosófico, polémica que viene de lejos (Lukács, Adorno), recuperada en la filosofía hispánica (Gaos, Nicol). Concluyo con un análisis sobre el específico genus dicendi que aportó Ortega a la filosofía del siglo XX y su propuesta de un sistema abierto.