Abstract
Para mostrar cómo la metafísica puede llegar a conocer objetos sin materia, espacio o tiempo, el autor contrasta la noción aristotélica de espacio, como la distancia real entre dos objetos materiales, contra el espacio kantiano, concebido como geométrico y uniforme. De manera similar a como Avicebrón propone un “sujeto” o “materia” ontológica uniforme para cada objeto posible, incluso Dios, Kant extiende las condiciones del conocimiento matemático a cada posible tipo de conocimiento. Aquino –siguiendo a Aristóteles– distingue el conocimiento matemático del físico; de manera que la noción de espacio también difiere en ambas ciencias. Esto permite un entendimiento adecuado de los objetos inmateriales, que no dependen de esta materia homogénea, del espacio ni del tiempo.