Abstract
El presente artículo presenta una breve discusión en torno al vínculo entre juventud y capitalismo a partir del análisis de un caso particular: la escena hardcore punk estadounidense. Las peculiaridades de esta escena musical-su rebeldía rabiosa, su ímpetu (auto)destructivo, su desborde permanente-así como su contrapunto con los movimientos que la precedieron, nos permiten vislumbrar los mecanismos mediante los cuales el capitalismo ejerce su poder coercitivo, en lo que, con Althusser, denominaríamos los aparatos ideológicos de Estado y el aparato represivo de Estado. Comenzaremos por definir estos conceptos, para luego aplicarlos al recorrido histórico que deriva en el surgimiento del hardcore punk a fines de los setenta.