Abstract
El texto propone una lectura de la teoría de lo imaginario de Lucrecio en la línea de un materialismo de lo imaginario afín al de Spinoza y Althusser. Este materialismo defiende que lo imaginario implica un mecanismo específico que produce un efecto específico. En Lucrecio el modo de funcionamiento específico es la obsesión por imaginarnos mirando y el efecto que deriva de él es la creencia en un alma inmortal y separable. La demostración descansa en el carácter finito de nuestro imaginario: nuestra incapacidad de representar la muerte. El argumento se desenvolverá buscando resolver el problema que el temor a morir como miedo a la ausencia de sensibilidad le presenta a la filosofía epicúrea y lucreciana, ya que este miedo no parece disiparse ante la tesis de que la muerte no es nada para nosotros. El artículo, en fin, intentará demostrar que el temor a morir y la creencia en un alma separable del cuerpo e inmortal van ligados necesariamente en todos los casos