¿Qué hay detrás del terrorismo suicida?
Abstract
En abril de 2004, siete terroristas islamistas decidieron inmolarse a sí mismos en un edificio residencial de la localidad madrileña de Leganés, al percatarse de que estaban siendo vigilados por unidades especiales de la policía española. Pusieron fin a sus vidas haciendo estallar una gran cantidad de explosivos, que tenían acumulados en el inmueble con el fin de llevar a cabo diversos atentados por las proximidades. Gracias a que los vecinos fueron evacuados a tiempo, el incidente no ocasionó una masacre, como deseaban los propios terroristas. Sin embargo, como resultado de la detonación falleció un miembro de las agencias estatales de seguridad que se disponían a asaltar el inmueble y detenerlos. Unos días antes, concretamente el once de marzo, esa misma partida de fundamentalistas islámicos había ocasionado la muerte a cerca de doscientas personas, mediante una serie concatenada de atentados perpetrados en trenes de cercanías a horas de máxima concurrencia. El más grave incidente terrorista conocido en España y la primera vez que la actual red global del terrorismo islamista conseguía atentar en Europa. Entonces no se suicidaron sencillamente porque su prevista campaña de violencia indiscriminada no terminaba ahí.