Abstract
El estado de crisis en que se encuentra la ciencia jurídica es descrito como un efecto estructural más de la crisis de la sociedad capitalista. La necesidad de legitimación y reproducción del sistema capitalista exige un modelo de ciencia neutral y descriptiva, pese al descrédito del cientificismo y de las metodologías positivistas. En el caso de la ciencia jurídica, la ciencia del derecho sigue anclada en un paradigma formalista que aboga por una descripción simple del contenido de las normas y que, sin embargo, es una forma de hacer política, pues contribuye a legitimar y no desvelar las dimensiones políticas del tráfico y las relaciones jurídicas. Las conclusiones de la filosofía de la ciencia general y los cambios que el Estado social ha supuesto para el derecho obligan a tomar en serio que el derecho es un fenómeno social y un producto histórico que tiene una razón de ser que excede del mero dato de su existencia impuesta por la fuerza del Estado. Abogan también por revisar la separación entre filosofía del derecho y ciencia del derecho y por un modelo de ciencia explicativa y crítica del derecho, que dé cuenta de su sentido y sus transformaciones y asuma una función crítica inmanente al derecho, objetiva, dialéctica —porque recurre a la totalidad social como elemento mediador de los análisis científico-jurídicos—, jurídica —porque tiene por objeto normas—, política —porque afecta a las relaciones de poder.