Abstract
El objetivo del presente trabajo es abordar el pensamiento del padre Benito Feijoo a partir del análisis de un elemento central que, sin embargo, no ha sido frecuentemente trabajado: su dimensión ética. Sostendremos que la apuesta de Feijoo por un ejercicio pleno y autónomo de la razón, por una filosofía como actividad crítica, entraña un compromiso ético y humano fundamental, representa un horizonte de lucha contra la superstición y la discriminación, que posee un valor singular indudable. Argumentaremos que esta dimensión ética se articula en torno a la consideración racional de los seres humanos como iguales que se deriva del ejercicio feijoniano de _desengaño de errores comunes_ y se postula como el fundamento de todo vínculo. Para defender esta hipótesis abordaremos el proyecto filosófico de Feijoo deteniéndonos en su análisis de las relaciones humanas, de las prácticas y creencias que las estructuran, a partir del cual emerge una ética de lo cotidiano que apunta a cuestionar los fundamentos filosóficos sobre los que se construyen vínculos y modos de vivir en sociedad. Tomaremos tres ejemplos posibles en los que esta dimensión se hace tangible: (1) el alegato que Feijoo profiere en favor del pueblo judío, (2) las consideraciones que presenta sobre los pobladores nativos del continente americano y (3) la defensa que despliega respecto de las mujeres en una de sus obras centrales, el _Teatro Crítico Universal_.