Abstract
En este ensayo estudio las razones que llevan a Aristóteles a rechazar el carácter autárquico de la virtud, esto es, la posibilidad de que el ejercicio de la virtud baste por sí solo para alcanzar la felicidad. Esbozo, luego, qué características fundamentales debería tener una teoría de la acción que, al contrario de la aristotélica, defendiera el ser virtuoso como condición, no sólo necesaria, sino también suficiente para alcanzar la felicidad —sin necesidad, para ello, de gozar de bienes externos.