Abstract
Debido a la historicidad de la razón, más que inventariar sus principales conceptos en un momento dado nos interesa estudiar el proceso de su formación y fijación. En este artículo se ilustra ese proceso con ejemplos tomados de la historia de la física. El primer ejemplo concierne a la subordinación en el siglo XVII de los fenómenos archiconocidos de la caída libre y el movimiento de los planetas a un concepto nuevo; los restantes, tomados de la electrodinámica del siglo XIX y la microfísica y la cosmología del siglo XX, ilustran el juego mutuo de tales conceptos con novedades empíricas que en algunos casos los provocan, en otros los realizan.