Abstract

En el presente trabajo se pretende reflexionar sobre la ontología del discurso utópico platónico en la República. Platón opone la figura del filósofo gobernante, que es de quien depende que el proyecto sea realizable, a «los amantes de los espectáculos» y a «los hombres de acción». Todas estas figuras, que pertenecen a la sofística y la retórica, son en realidad «amantes de la opinión», de manera que la demarcación del verdadero filósofo supone defender contra estos una idea del arte de gobernar basada en la epistḗmē y en una concepción normativa del ser. De los diversos sentidos que tiene el ser en la ontología platónica, existencial, predicativo y veritativo, el proyecto platónico del arte de gobernar se fundamenta en una concepción normativa del ser, cuya perfección esencial no viene determinada por la nuda existencia, sino por la identidad y la unidad de la forma. La ontología platónica así definida, en unos términos que vienen determinados en gran medida por su discusión con la retórica, se convierte en el fundamento del paradigma para la construcción de la ciudad ideal, cuya validez no está condicionada por la existencia empírica de las cosas.