Abstract
Este artículo establece relaciones entre el mensaje de algunos manuales de Historia del bachillerato franquista, utilizados como fuentes primarias (29 en total) y la posición política de sus autores, fueran castigados (depuración en el escalafón de catedráticos de 1935), o premiados con la convocatoria de oposiciones patrióticas de 1940 que favorecieron a los simpatizantes del golpe de Estado de 1936. Para descubrir esas trayectorias personales se recurre a fuentes secundarias. Si unos autores utilizan el manual de Historia para constatar su fidelidad personal al régimen de Franco; otros, lo utilizan como salvoconducto, para marcar distancias con su pasado masón, republicano de izquierdas, catalanista. Si en autores como José Ramón Castro hay coherencia entre su producción historiográfica profesional y escolar (su fidelidad al régimen es inquebrantable), Jaime Vicens Vives o Antonio Domínguez Ortiz, como autores de manuales representan la cultura oficial (legitiman al régimen); como historiadores profesionales, la denominada cultura establecida, al distanciarse más de él y de sus valores.