Abstract
Se sostiene que en los protagonistas de las novelas _El idiota_ de Dostoievski y _Don Quijote de la Mancha_ de Cervantes se presentan encarnados respectivamente los dos momentos de la destitución subjetiva psicoanalítica. Por un lado, el momento de la _afanisis_, vaciamiento o desaparición de los contenidos subjetivos: el príncipe que acaba en el manicomio. Y por otro, el momento del “muerto vivo”, que contaría con dos modalidades básicas, la del “muerto vivo” como sujeto post-traumático, que vive con un mínimo de funcionalidad social –planteado por Žižek–, pero también habría la posibilidad de que el “muerto vivo” se despliegue intrusivamente en la sociedad a la que asume caída (en cuanto que la destitución subjetiva es la consecuencia o lo correlativo de la inexistencia del “gran Otro”), en el límite, que intente imponerle una ley política o de gobierno sobre la realidad. Esta última posibilidad encontraría como paradigma la figura de don Quijote, que cuando se vuelve “loco” en vez de internarse en alguna parte más bien sale al mundo como caballero andante, en contra de la sociedad española quinientista, pero interpretando este proyecto como el de la construcción de una comunidad desde el horizonte de la destitución subjetiva, juntos con otros que se unan a su visión, la visión de un “muerto vivo”: una comunidad _destituida_.