Abstract
Mientras no se exponga el papel del lenguaje en la construcción de lugares para vivir, su estudio estará incompleto; por ello, el espacio construido plantea el reto de definir un método de análisis que tome en cuenta el surgimiento de procesos cognitivos en la especie humana, de los cuales la percepción y categorización de los objetos en el espacio parece ser el más difícil de explicar. Y es aquí donde el enfoque en el lenguaje, desde el punto de vista de los estudios de la complejidad, permite interpretar y explicar la evolución de la capacidad constructiva del ser humano. En tal sentido, es necesario revisar el problema de en qué medida puede afirmarse que el lenguaje es innato o aprendido, y si la mente es un papel en blanco al nacer, o tiene una base genética y cómo sería ello. Se examina la adquisición del lenguaje y la cognición, y la construcción de lugares para vivir, como producto de una herencia genético-cultual. Se ofrece un punto de vista necesario acerca de la relación cultura-naturaleza, considerando los lugares construidos como subsistemas de un orden superior y auto-organizado: el espacio construido.