Abstract
Mediante el presente trabajo, se pretende hacer hincapié en aspectos más o menos subjetivos, más o menos arbitrarios, que de alguna manera determinaron la visión general y generalizada que tenía, y en parte sigue teniendo, Occidente, Nosotros, sobre Oriente, Ellos, los árabes. Esta visión, imagen más bien ficticia y creada no siempre de forma inocente, será la que configure las posturas y relaciones que hoy en día rigen el acercamiento entre las diferentes culturas. Un aspecto fundamental e imprescindible de esta interacción cultural vendría de la mano de la traducción, disciplina que, por su propia esencia, será la que reproduzca al Otro según su universo conceptual y sus intereses, en definitiva, según su ideología. En las últimas décadas, la recepción de la literatura árabe por medio de la traducción se ha visto muy menguada, lo que se debe esencialmente a la imagen negativa que en Occidente se tiene de la misma. Debido a los estereotipos de antaño, en muchos casos exagerados todavía más, la literatura árabe no es tenida en cuenta como lo que es, Literatura, sino más bien como un corpus de estudios e informes técnicos sobre la sociedad del otro. La idea de que el árabe no tiene nada que ofrecer a nivel intelectual, está totalmente arraigada, tanto que todo acercamiento, toda traducción, debe tenerlo muy en cuenta y actuar en consecuencia.