Abstract
El trabajo tiene por objeto reflexionar sobre el auge de los códigos deontológicos profesionales, así como sobre la tendencia a extenderlos a las instituciones o los poderes públicos, como el parlamento, el gobierno, la administración y el poder judicial. Las normas deontológicas profesionales pueden ser entendidas como normas morales, propias de un colectivo profesional, que estipulan los principios y valores por los que han de regirse quienes se dedican a tal profesión. Al tratarse de un tipo de normatividad, resulta relevante para la teoría jurídica dar cuenta de las relaciones entre los estándares deontológicos y las normas jurídicas. Por último, se pone el acento en los problemas que surgen a la hora de dilucidar el ámbito de conductas de los poderes que pueden estar bajo regulaciones éticas, con valor de recomendación, y cuáles, por el contrario, resultan de inexorable regulación legal por cuanto entrañan responsabilidades jurídicas.