Abstract
El autor intenta hacer comprensible cómo el punto de partida de Fichte, siendo de originaria y sincera filiación kantiana, ocultaba in nuce una ruptura -ni intencional ni deseada, peroinevitable- con el criticismo. Primero, se recuerda la temprana desviación fichteana de importantes tesis kantianas, queeran incompatibles con su atención al Yo (no al Yo pienso), y que ya le planteaban el problema del acceso a su ser. Posteriormente, se emprende una deducción transcendental ontológica del acceso al Yo, que puede esclarecer exposiciones más tardías (especialmente de la Doctrina de la Ciencia de 1805). Como conclusión, se interpreta la tarea de Fichte como el intento fundamental de volver al problema del ser, mas bajo su única forma posible: la del Yo