Abstract
Las democracias distan mucho de ser perfectas, como lo demuestra el hecho de que una parte de la población se encuentra en situación de exclusión y vulnerabilidad. Condición que, cuando menos, les impide participar de la vida pública y, por tanto, de contribuir a formar las políticas públicas que, en materia de derechos económicos, sociales y culturales, habrían de darse para paliar esos déficits en la protección de los derechos, que son también déficits de la propia democracia. Este contexto, obliga a adoptar un enfoque basado en derechos humanos para realizar un diagnóstico de los principales problemas a los que se enfrentan las democracias en la actualidad y hacia el futuro. Razón por la cual ha de atenderse al tipo de ciudadanía que genere las menores dificultades para acceder a dichos derechos, y, en consecuencia, permita construir una estructura democrática y social evitando las causas de dominación. No bastaría esta reflexión si no se propusiesen cauces y campos de participación, en procesos, como los presupuestarios, ya que afectan e impactan en la protección y garantía de los derechos económicos, sociales y culturales, fundamento del disfrute de los demás derechos.